Fotografía Rafael Ontiveros
como esa lágrima
muerta
que al caer
no importa a nadie
sus ojos
parpadearon besos
en la espera
tras el cristal
un viento
bohemio
le trajo excusas
y la noche
lenta
maquilló las escamas
de su nombre
con sus dedos
dibujó siluetas
de humedad
y su rostro
sus senos
sus manos
fueron
copiando el vidrio
hasta ser
sólo el reflejo
y no ser
hasta ser
sólo una lágrima
muerta
y caer